Siempre he defendido que cada persona es un mundo y que no hay dos casos iguales. Saber eso me permite ajustarme a las necesidades específicas de cada persona y amoldarme a ellos en lugar de pedir que se amolden a mi, usando todas las herramientas que están a mi disposición sin encasillarme en un modelo concreto. Soy muy cercana y cálida con mis pacientes, siempre intento reforzar sus avances por pequeños que sean y empatizo mucho con sus situaciones. Estoy en constante formación por medio de lectura, supervisiones de casos y conversaciones con la gente de mi entorno para poder evolucionar con mis pacientes y expandir mis conocimientos. Me encanta trabajar con el colectivo LGTBIQ+ y conectar en terapia con las experiencias personales de las personas.